La Seguridad basada en el valor
Para los directivos de seguridad corporativa, el foco de su
tarea se desplaza desde el combate al delito, hacia el agregado de
valor a la organización
Por Edgardo Frigo
El
rol del directivo de seguridad va cambiando a partir de los cambios
que deben enfrentar las organizaciones en las que trabajan. Se debe
rediscutir las bases para los nuevos criterios corporativos de
seguridad, la formación requerida para desempeñar este nuevo rol del
directivo de seguridad, y poner el foco de su tarea en el agregado de
valor a la organización.
Organización y agregado de valor
Toda organización existe para agregar valor para sus clientes,
accionistas, colaboradores y la comunidad en su conjunto. En un
momento de dura competencia, globalización y concentración de
negocios, el imperativo empresario es crear ventajas competitivas y
generar más valor que las empresas rivales, en un ambiente empresarial
en continua reconfiguración.
Como lo demostrara Michael Porter en los años 80, las ventajas
competitivas de una organización se encuentran en el modo en que
realiza sus actividades: comprar mejor, tener mejor logística o un
marketing de mayor calidad, etcétera, y con frecuencia, no pueden ser
bien comprendidas analizando a la empresa como un todo. Para lograrlo,
Porter diseñó el modelo de Cadena de Valor, que permite desagregar la
actividad total de la empresa en actividades individuales diferentes,
lo que permite comprender los costos de la empresa, y hallar fuentes
de diferenciación y ventaja.
El Sistema de Valor combina la cadena de valor propia con las de los
proveedores, canales de distribución y clientes, considerando que el
producto de la empresa es parte de la cadena de valor del cliente.
Componentes de la cadena de valor
Según el Prof. Porter, una empresa, posee dos clases de actividades:
Las actividades PRIMARIAS (logística interna, producción
-operaciones-, logística de salida, marketing y ventas y servicio), y
las actividades de APOYO (abastecimiento, desarrollo de tecnología,
recursos humanos e infraestructura)
Un análisis cuidadoso de la cadena de valor brinda la ocasión de
volver a pensar el papel de las actividades tradicionales. Por ejemplo
en muchos negocios, tales como el monitoreo de alarmas, puede usarse
el entrenamiento y reentrenamiento de clientes como herramienta de
marketing.
Muchas veces, la misma función puede hacerse de distintos modos.
¿Cuáles son? ¿Cuánto cuesta cada uno? ¿Qué valor agrega cada uno al
cliente? En otras ocasiones, puede mejorarse el desempeño en las
actividades directas, por ejemplo operaciones o servicio,
introduciendo mejoras en las indirectas, por ejemplo en capacitación o
infraestructura.
Eslabones de valor
Llamamos eslabones a las relaciones entre distintas actividades de la
cadena de valor. En ocasiones, por ejemplo, no tenemos problemas en
logística, sino en el modo en que se relacionan logística y
operaciones.
Es particularmente valioso concentrarse en el análisis de los
ESLABONES VERTICALES, las relaciones entre nuestra cadena de valor y
la de nuestros proveedores y clientes.
El análisis de eslabones verticales no es un “juego de suma cero”. No
es que cuando nosotros ganamos algo, ellos lo deben perder. En
ocasiones ambas empresas pueden ganar.
El análisis del sistema de valor, la relación entre la cadena de valor
propia y la de los clientes, es extremadamente importante. Y cada
punto de contacto entre ambas, que da lugar a lo que Ian Carlzon llama
“momentos de la verdad”, puede ser una fuente de diferenciación.
Brinda la oportunidad de CREAR MÁS VALOR :
a) Disminuyendo los costos
b) Aumentando el desempeño
c) Creando alguna ventaja competitiva, para la empresa o el cliente
Finalmente, el separar las actividades que realiza la empresa para
analizarlas individualmente, brinda oportunidades de mejorar la
calidad con que se las realiza, hallar modos de hacerla mejor o de
agregar más valor para el cliente... o de dejar de hacerla si
encontramos actividades que son parte de la rutina pero ya no agregan
valor.
Seguridad y valor
La Seguridad es una relación dinámica entre
tres elementos:
- Un valor,
- un riesgo o
agente agresor y
- un agente protector.
Si no hay valor, no hay nada que
proteger. Y en este esquema la seguridad, comprendida como la
salvaguarda de propiedades, bienes y personas, es una función
corporativa esencial.
Las demás funciones corporativas (dirección, manufactura, etcétera) no
pueden desarrollarse sin Seguridad, pero pese a ello, ¿dónde hallamos
a la seguridad corporativa en el modelo presentado?
Aquí comienza lo interesante de la discusión, ya que desde el punto de
vista de la organización, el objeto de la Seguridad corporativa no es
la protección en sí misma, sino la contribución que la seguridad puede
aportar a la empresa en términos de beneficios tales como mejoras en
su posición de mercado, y libertad de acción y disponibilidad de
bienes y productos.
Este concepto suele chocar de lleno con las ideas de algunos
responsables corporativos de seguridad. Los profesionales con
mentalidad operativa, ponen el foco de su tarea en la calidad de las
operaciones. Pero la compañía espera que el foco de la tarea del
responsable de seguridad no esté solo en evitar delitos o pérdidas
sino, de modo más abarcativo, en agregar valor para el negocio.
Esto implica que los criterios de Seguridad deben estar integrados a
la toma de decisiones en todas las áreas corporativas, tal como ocurre
con los criterios administrativos, financieros, operacionales y de
otros tipos.
Qué
es la seguridad basada en el valor
Esto representa un desafío para el profesional de seguridad, ya que
los criterios de seguridad ahora deben basarse en el valor, y el
responsable de la función de seguridad debe preguntarse de modo
continuo ¿qué es crítico, para este negocio y en esta situación
específica?
Y cuando el responsable de seguridad recomienda realizar inversiones
para mejorar el nivel de seguridad de la organización, incorporar más
personal, etcétera, ¿puede sustentar estas recomendaciones en
criterios gerenciales basados en el valor para el negocio? Muchas
veces no puede, o no sabe hacerlo.
Para desempeñar este nuevo rol, basado en el valor, también se
requiere una nueva formación profesional. La antigua formación,
centrada en habilidades operativas, no alcanza. Se requiere
conocimientos del “core” del negocio, de finanzas y manejo de
presupuesto, habilidades de negociación, etcétera, y entrenarse en la
toma de decisiones basada de seguridad basadas en el valor para su
organización.
Incluso en las propias operaciones, ha cambiado la capacitación mínima
que las empresas requieren para su directivo de seguridad. La
formación requerida va más allá de la capacidad de diseñar el
dispositivo de protección, o de ser capaz de confeccionar un Estudio
de Seguridad en forma autónoma. Hoy se requiere que el directivo de
seguridad domine múltiples temas vinculados con el manejo de crisis,
prevención de pérdidas, planes de emergencia, análisis de amenazas y
su impacto en el negocio...
A
quiénes buscan las mejores empresas para proteger su valor
La organización no sólo busca personas que tengan los conocimientos
necesarios, sino mucho más.
- Los conocimientos brindan el “saber cómo se hace”.
- La competencia indica que el profesional “puede hacer”
- El desempeño es lo que el profesional realmente hace.
Lo que buscan las mejores empresas son profesionales de seguridad de
alto desempeño: que sepan cómo agregar valor al negocio, que puedan
hacerlo, y lo hagan en su tarea cotidiana. Por ello, las actividades
de formación profesional deben centrarse en mejorar el desempeño real
de los Colegas, no solo en sumar conocimientos y diplomas.
El nuevo rol del directivo de seguridad
En síntesis, en los últimos años hemos asistido a un cambio profundo
en el rol del directivo de seguridad.
A partir del rol tradicional del Jefe de Seguridad, en el que el
profesional se centraba en las operaciones y en proteger los activos
bajo su responsabilidad, el rol ha evolucionado hacia el de Director
de Seguridad.
Este nuevo se centra en el conocimiento del negocio, integra los
criterios de Seguridad en la toma de las decisiones corporativas, y es
capaz de agregar valor al negocio global, ya sea disminuyendo los
costos del dispositivo de seguridad, aumentando su nivel de desempeño,
o creando alguna ventaja competitiva para la propia empresa o para sus
clientes.
El
autor de este artículo, Prof. Edgardo Frigo,
es
consultor especialista en management de Seguridad, experto en
capacitación y director de este Foro Profesional.
Vea
sus antecedentes en https://www.forodeseguridad.com/frigo.htm
Vea
más consejos de Seguridad Corporativa en
https://www.forodeseguridad.com/artic/segcorp.htm