La droga se maneja desde las
cárceles
Muchos delincuentes continúan con
sus "negocios" desde la cárcel
Hace un tiempo, la directora de la cárcel carioca de Bangú 1 fue
asesinada a balazos en la calle, luego de descubrir que los
principales narcotraficantes continuaban manejando con toda
tranquilidad sus “negocios habituales” desde la cárcel,
ayudados por sus abogados.
La violencia en Brasil ha alcanzado niveles tan altos, que actualmente
se precisan hechos muy expectaculares para que alcancen el nivel de
“noticia”.
Ya casi nada sorprende. En algún momento, las estadísticas oficiales
mostraban que sólo en la ciudad de Rio de Janeiro, eran asesinadas 500
personas por mes, un promedio de 16 cada día. El 80 % de los
asesinatos está relacionado con la droga, que ha alcanzado un grado de
organización que envidiaría más de una empresa multinacional.
Estar en prisión no impide a los principales jefes continuar manejando
sus negocios a través de sus abogados. Ellos actúan como emisarios
entre los “directores” que están en la cárcel y sus “gerentes” en las
favelas. Incluso han organizado un eficiente servicio de "delivery"
(entrega rápida a domicilio). La droga se puede encargar por teléfono.
En 20 minutos Usted puede tener en su casa, con comodidad, toda la
cantidad de droga que quiera.
La directora de la cárcel de Bangú 1 descubrió el funcionamiento de
este esquema. Entre otras medidas “impopulares” prohibió el uso de
teléfonos celulares dentro de la cárcel y monitoreó con micrófonos las
reuniones entre los principales narcotraficantes y sus abogados. Esto
le costó la vida.
Al mismo tiempo que se extiende la violencia relacionada con la droga,
al parecer se estrechan los lazos entre los narcotraficantes
brasileños, sus colegas colombianos y las guerrillas colombianas de
las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Las FARC contaría en Brasil con una estructura de apoyo brindada por
la estructura local de la droga. De este modo los narcotraficantes
brasileños devuelven la gentileza del refugio que las FARC les
proporcionan cuando las cosas se ponen complicadas, y deben tomarse
unas vacaciones en el exterior.
Un detalle final pero no menor, es que estas organizaciones delictivas
demuestran, a nivel internacional, contactos más fluidos y una mucho
mejor coordinación que la que demuestran las fuerzas policiales que
debieran combatirlas.
El manejo del delito desde las cárceles es un
fenómeno habitual, en toda Latinoamérica.
El narcotráfico ha agregado un nuevo elemento de corrupción y
violencia a una situación endémica, que esperamos vaya mejorando en la
medida que en nuestros países se afirme la institucionalidad.
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