La
planificación de riesgos en caso de terremoto: El ejemplo de Japón
Cómo
prepararse para evaluar riesgos de baja probabilidad pero elevado
impacto
Los
costos del terremoto de Japón
Tendrán que pasar años antes de poder estimar los costes
-humanos y
económicos-, del devastador terremoto y tsunami que Japón sufría el
pasado 11 de marzo. Una cosa es cierta: los costes serán enormes.
Millones de personas están aterradas en el noreste del país mientras
el Gobierno se afana en evitar un desastre nuclear. En estos momentos
hay más preguntas que respuestas.
Tres días después del terremoto, Knowledge@Wharton entrevistaba a Howard
Kunreuther, profesor de
Políticas Públicas y Empresa y de Ciencias de la Decisión, y a Erwann
Michel-Kerjan, director del Centro de Gestión de Riesgos y Procesos de
Decisión de Wharton, para evaluar las lecciones que tanto ejecutivos
corporativos como expertos en gestión de riesgos deberían aprender del
terremoto y sus consecuencias posteriores.
La
preparación de Japón para terremotos
Knowledge@Wharton:Ustedes se han dedicado a estudiar durante años los
acontecimientos de baja probabilidad pero elevado impacto. Estos días
se está cubriendo la noticia del terremoto de Japón. En los próximos
días y semanas tendremos mucha más información sobre lo que ha
ocurrido. ¿Hay algo que les llame la atención sobre el modo en que se
está cubriendo esta noticia?
Howard Kunreuther: Hay dos cosas que me llaman
poderosamente la atención. Una es la magnitud e intensidad de este
evento. Ha sido el séptimo en intensidad de todos los terremotos
registrados. La segunda es lo bien preparado que estaba Japón, en el
sentido de que sus normas de edificación y otro tipos de medidas
estaban operativos. Y no obstante, debido a la magnitud del desastre y
sus consecuencias en forma de tsunamis o la explosión de la central
nuclear, el grado de devastación ha sido enorme. Aún habrá más
consecuencias.
Erwann Michel-Kerjan: No podría estar más de
acuerdo. Si tuviésemos que evaluar a los país de cero a diez a los
países en cuanto a su grado de preparación, Japón podría tener un ocho
o nueve. En mi opinión Estados Unidos tendría un seis o siete [y] ni
siquiera vamos a molestarnos en hablar de algunas partes de Europa… Lo
que estamos viendo es la perfecta conjunción de terremoto,
inundaciones y fusión de un reactor nuclear. Es una situación
realmente abrumadora, y la cifra de fallecidos no ha hecho más que
aumentar. Es simplemente increíble.
Knowledge@Wharton: Si lo comparamos con, por ejemplo, el terremoto de
Haití, una de las cosas que observaría cualquier persona que estuviese
viendo las noticias es las diferencias en la construcción de los
edificios. En Japón las normas de edificación son muy estrictas.
¿Tiene algún país un código semejante al japonés?
Kunreuther: No. En cuanto a terremotos creo que
Japón tiene las normas más rigurosas por motivos muy evidentes. Han
sufrido más terremotos que cualquier otro país desarrollado del mundo.
Conocen los peligros y los han experimentado varias veces.
Michel-Kerjan: El único país que, hasta cierto
punto, podría compararse con Japón es Chile. El pasado año hubo un
gran terremoto en Chile. No es tan rico como Japón, pero el hecho de
que Chile haya sufrido ocho o nueve terremotos en los últimos 10 años
le convierte en un “buen estudiante” entre los países propenso a
sufrirlos ya que debe estar preparado para el evento; podría ocurrir
mañana mismo.
Knowledge@Wharton: Si observamos la información que tenemos por el
momento, ¿detectan ustedes algún área donde no estuviesen
suficientemente preparados?
Kunreuther: Lo interesante de la pregunta es
definir qué entendemos por “suficientemente”. Hasta cierto punto,
estaban suficientemente preparados para prácticamente cualquier tipo
de terremoto... excepto para la intensidad del que sufrieron. Esto nos
lleva a una pregunta muy interesante que debemos plantearnos como
sociedad global: ¿Hasta qué punto invertiremos dinero en eventos de
muy, muy baja probabilidad? Las viviendas y otras estructuras podrían
haberse construido mejor. En parte está relacionado con los niveles de
renta de la gente y dónde se localiza el terremoto. Pero la intensidad
del mismo hace difícil saber si se podría haber hecho más de lo que se
hizo.
Michel-Kerjan: Estoy de acuerdo con
Howard en este tema. Es demasiado pronto para empezar a echar culpas a
unos u otros. Todavía estamos en estado de shock. Esperemos unos
cuantos días o semana antes de empezar a estudiar qué podría haberse
hecho mejor.
El
riesgo de sufrir un terremoto en los próximos años
Knowledge@Wharton: Evaluemos las cosas generales que la gente tiene
que hacer para prepararse ante este tipo de eventos. En primer lugar
está la baja probabilidad. ¿Cómo evalúan cuál es la probabilidad de
que ocurra algo, incluso si se trata de hechos más cotidianos? ¿Se
basas en la historia cercana?
Kunreuther: En el caso de los terremotos sabemos
lo propensa que es una zona a sufrirlos. De hecho, estos días se habla
mucho de que la Falla de San Andrés podría ser parte de una serie de
posibles terremotos. Algunos sismólogos predicen que la probabilidad
de que se produzca un terremoto aumenta por el hecho de haber tenido
este. Tanto Erwann como yo hemos trabajamos en análisis del riegos,
pero no estamos en posición de explicar qué han hecho para predecirlo.
Sus predicciones son muy poco convencionales.
Michel-Kerjan: Bueno, hay que decir que es muy
complicado predecir un terremoto. La pregunta es cuándo se va a
producir. El “cuándo” podría ser un horizonte muy lejano. Cincuenta
años en un periodo de cien es mucho tiempo para los sismólogos, no
sólo para usted y para mí como individuos, sino también para los
terremotos. Además, me gustaría añadir que incluso aunque obtengas una
probabilidad, digamos uno sobre diez mil, ¿qué significa? ¿Cómo se
traduce esto en la realidad? Es muy difícil porque la percepción de
riesgo es en este caso incluso más importante que la cifra que
obtengas.
Knowledge@Wharton:Suponemos que nada de lo que estamos haciendo está
afectando el riesgo de sufrir un terremoto, que depende de las placas
tectónicas y que nosotros no tenemos nada que ver.
Kunreuther: Es como el cambio climático.
Aumenta
la frecuencia de fenómenos climáticos extremos
Knowledge@Wharton: Se habla de inundaciones de cien años y todo este
tipo de cosas que parecen estar ocurriendo con una mayor regularidad.
¿Cómo ajustan este tipo de eventos cuando la frecuencia y la historia
parecen ser más volátiles?
Kunreuther: Hubo un periodo, tal vez hace veinte
o treinta años, en el que la predicción de terremotos formaba parte de
la agenda. La Fundación de las Ciencias Naturales y otras
instituciones de investigación dedicaban importantes cantidades de
dinero a trabajos en esta área. Hoy en día se tiene la sensación de
que su capacidad para predecir ha disminuido. A lo máximo que llegan
es a hacer estudios para ciertas zonas, como Turquía, en las que
predicen que, tras el terremoto de 1999 sufrirán otro dentro de 20 o
30 años. No sabemos si los sismólogos siguen teniendo ahora tanta
confianza en esas predicciones como hace ocho o diez años. Pero
resulta muy, muy extraño que llegaran a esa conclusión. Tal y como
Erwann comentaba, la pregunta de cuándo va a ocurrir y dónde es
desconcertante y todo un reto para la profesión científica.
Michel-Kerjan: Además, cada vez están
teniendo lugar con más frecuencia; ocurre lo mismo con otras cosas.
Desde hace 10 años la población mundial ha aumentado en 1.000 millones
de personas y en los próximos 10 habrá otros 1.000 millones más.
Estamos hablando de siete, ocho mil millones de personas en este
planeta. Y como la cobertura de los medios es ahora mucho mejor,
podemos tener imágenes de lo que está ocurriendo en Japón durante las
24 horas del día, los siete días de la semana. Puedes ver el desastre
desde el salón de tu casa, así que puedes percibir todas las emociones
mucho más.
Lo último que me gustaría añadir es que cada vez hay más gente
viviendo en áreas de alto riesgo. El estado de Florida es un buen
ejemplo. Su población aumentó algo así como el 600% en los últimos 60
años. Una parte del trabajo que Howard y yo hemos hecho para el libro
At War With the Weather (En guerra con el clima) examina estas
cuestiones en detenimiento. Incluso antes de hablar del cambio
climático, evaluamos cuánta gente está viviendo en áreas de alto
riesgo. ¿Están suficientemente protegidos? La respuesta es no. Las
consecuencias económicas y sociales podrían ser muy graves.
Los
costos de un gran desastre ambiental
Knowledge@Wharton: En cualquier parte del mundo se observa que la
gente suele vivir en la zona costera. Las áreas más densamente
pobladas se encuentran donde hay agua y transporte. Lo cual nos lleva
a la siguiente pregunta, relacionada con los costes. Obviamente
existen costes humanos, pero en estos eventos también hay costes
financieros, que suelen variar. ¿Cómo se podrían evaluar los costes si
alguien estuviese interesado en encontrar cierto equilibrio entre
riesgos y costes?
Kunreuther: Ese es uno de los grandes retos en
esta área. Hay costes directos y esos costes son los que ahora se
están señalando: costes en vidas. La información sobre el número de
personas que han fallecido o los daños sufridos por los edificios ha
ido cambiando cada hora. Pero existe un enorme coste vinculado a la
interrupción de los negocios y un montón de interdependencias.
Pongamos el ejemplo de Toyota. Están intentando averiguar qué va a
ocurrir con la empresa en el propio Japón; y eso que su fábrica no
sufrió muchos daños al estar situada bastante lejos del terremoto.
Pero dependen de los suministradores. Y hay muchos problemas en la
cadena de suministros. Aún desconocemos la seriedad de los daños en
los transportes e infraestructuras, que pueden provocar enormes
problemas. Tememos que observar todas estas cosas adoptando un punto
de vista de largo plazo. No podemos simplemente afirmar ahora que el
coste va a ser X. Es cuestión de tiempo que lo comprendamos
completamente y sus costes indirectos.
Michel-Kerjan: Tal vez la probabilidad sea muy
baja, pero ¿estamos bien preparados en caso de que mañana mismo
sucediese algo similar? Si fuese Google me preguntaría cuál es la
probabilidad de que ocurra un terremoto en Silicon Valley mañana;
“¿Estaría preparado? ¿Tengo un seguro para ello? ¿Tengo protección
financiera?” El terremoto de Japón tal vez sea uno de los más costosos
desde el terremoto de California en Northridge en 1994. Estamos
hablando de un gran acontecimiento.
Kunreuther: Hay otra cosa que me gustaría
añadir; todavía desconocemos el riesgo de fuga radiactiva. El coste en
caso de fusión del núcleo podría ser enorme… o si sucediese en un área
más amplia. En mi clase sobre riesgo de hoy surgió una pregunta cuando
estábamos hablando de esto: Qué va a ocurrir con la energía nuclear
como consecuencia de todo esto. Existe cierta imagen sobre la
seguridad de la energía nuclear, incluso aunque los japoneses han
hecho todo lo posible para que estás centrales sean muy seguras. En
comparación con Chernobyl son mucho más seguras. Sin embargo, la
percepción general sobre la energía nuclear podría cambiar como
consecuencia de este desastre.
Knowledge@Wharton: Una cosa que parece clara es que la energía nuclear
ha ido escalando puestos de respetabilidad. Incluso los ecologistas
dicen “Tal vez sea mejor que algunas alternativas basadas en
combustibles fósiles”. Todo esto vuelve a debatirse.
Michel-Kerjan: Es mucho más que eso. Ahora la
gente está realmente evaluando las alternativas. Un buen ejemplo lo
tenemos aquí en Pensilvania, en 1979 con el accidente nuclear de Three
Mile Island. No pasó nada en términos de millones de víctimas. No fue
un accidente grave. Pero la percepción que se tenía sobre la energía
nuclear cambió para siempre, al menos en este país. Y eso fue hace más
de 30 años. Viniendo de Francia, donde empresas como Areva venden
energía nuclear a China, Brasil y otros países, he estado en el frente
de la batalla. Es un sector en expansión y sin lugar a duda están
pensando en el futuro de su modelo de negocio.
Knowledge@Wharton: No sé si esta cuestión cae algo fuera de su
área de conocimiento, pero las centrales nucleares en Japón son
bastante viejas, entre 30 y 40 años creo… ¿Saben ustedes si la
tecnología actual es mucho más segura que la de hace 40 años?
Michel-Kerjan: Es cierto para la energía nuclear
y prácticamente para todas las cosas. La tecnología está mejorando día
a día. No obstante, dada la magnitud de este terremoto, dudo que un
reactor nuclear nuevo hubiese tenido un comportamiento mejor que el
que se construyó hace diez, tal vez treinta años, como es el caso en
Japón. La calidad de la construcción sería mejor pero estamos hablando
de un fenómeno devastador…
Kunreuther: Algo que se ha comentado estos días
es que las centrales de Japón están mucho mejor diseñadas que
Chernobyl, y eso en el fondo no deja de ser una esperanza. Mientras
hablamos están intentando por todos los medios evitar la fusión del
núcleo con agua del mar. Pero el diseño de la central aún podría
contener un parte importante de la radiación, cosa que en Chernobyl no
pasaba. Es este contexto, definitivamente es una central mucho más
segura. Ahora bien, si hubiésemos podido hacerlo o no mucho mejor es
algo que, tal y como Erwann comentaba, se sabrá más adelante. Será
interesante ver qué dicen los expertos sobre el diseño de centrales
capaces de resistir en áreas proclives a terremotos.
El otro comentario que me gustaría hacer… es que aparentemente esta
central está situada en una falla. Me pregunto si tendrían en cuenta
las consecuencias de situar una central en una falla. Supongo que sí.
No obstante, ahora se debate si la central se situó en el lugar
adecuado.
Knowledge@Wharton: Una cosa es decir “Sí, podemos conocer más o menos
la frecuencia con la que se producen los terremotos y calcular la
probabilidad”. Pero en este caso, una de las cosas que parece haber
salido mal es que los generadores diesel de emergencia fueron
instalados por debajo del posible nivel de inundación si se rompían
las barreras marítimas. Obviamente ahora parece un error obvio. Pero
cuando se hace una evaluación de riesgos, ¿hasta qué punto deben
ocuparse de detalles aparentemente menores que podrían ser
infravalorados pero sin embargo tener efectos devastadores?
Kunreuther: Estos detalles se tienen en cuenta
constantemente. Todo asesor de riesgos suele decir que hace lo mejor
que puede con el conocimiento del que dispone. En caso de terremoto el
mejor ejemplo es Kobe, que sufrió muchísimos daños en el terremoto de
los 90. No fue que los edificios estuviesen mal diseñados; simplemente
hasta sufrir el terremoto desconocían que no podían resistir ese shock
particular. Lo ignoraban. Es lo mismo que pasó en California en
relación con Northridge. Pensaban que los nuevos diseños eran muy
seguros, y no lo eran.
Michel-Kerjan: En relación con la energía
nuclear me gustaría señalar que no se trata sólo de Japón. Toda la
comunidad internacional observa lo que está ocurriendo, en especial la
Agencia Internacional de la Energía Atómica, que es el organismo
internacional que evalúa estos temas. Por casualidades de la vida el
actual director general es japonés, Mr Yukiya Amano. Esto será de gran
ayuda en las relaciones entre las autoridades japonesas y la comunidad
internacional. Es una buena noticia a nivel internacional.
Cómo
prepararse para evaluar riesgos de baja probabilidad pero elevado
impacto
Knowledge@Wharton: Este evento es toda una llamada de atención; la
gente tiene que hace una mejor evaluación de riesgos y pensar más
sobre eventos de baja probabilidad pero elevado impacto. Supongamos
que ustedes son consejeros delegados de una gran corporación y se dan
cuenta de que su empresa no lo está haciendo. ¿Por dónde empezarían?
Michel-Kerjan: En primer lugar, no creo que sea
una llamada de atención. Hemos tenido muchas llamadas de atención en
los últimos días y años. Ahora nos llegan cada tres meses. Hace unas
semanas hubo un terremoto en Nueva Zelanda, grandes inundaciones en
Australia a principios de año y terremotos en Haití y Chile el pasado
año. Siguen llegando. Si eres consejero delegado espero que ya hayas
empezado a pensar en estos temas. Hasta el momento lo que hemos visto
es que, en comparación con los últimos tres, cuatro o cinco años, hay
más consejos de administración que incorporan estos temas en su
agenda. El cambio es radical.
¿Por dónde empezar? Eso es lo que estamos haciendo en el Centro de
Riesgos de Wharton. Llevamos haciéndolo desde hace 28 años… Existen
modos de gestionar estos temas y hacerlo adecuadamente.
Knowledge@Wharton: Un consejero delegado, ¿debe acudir a algún experto
fuera de la empresa que sepa cómo hacerlo o es algo que puede crearse
en el seno de la empresa?
Michel-Kerjan: Normalmente se tienen que hacer
ambas cosas. Sabes lo que quieres. Tienes recursos limitados y quieres
solucionar estos temas. Pero necesitas un experto de fuera de la
empresa para ayudarte a conseguirlo; y nosotros sabemos cómo hacerlo.
La cuestión es, ¿estás preparado para empezar?
Kunreuther: Si tuviese que plantear un reto a
todos los consejeros delegados, un reto sobre el que hemos meditado
mucho en el Centro de Riesgos en nuestras investigaciones e
interacciones con las empresas, ese sería cómo las corporaciones
pueden pensar en el largo plazo. ¿Cómo pueden diseñar estrategias para
abordar los riesgos inmediatos pero también estrategias de largo
plazo? Existe cierta tendencia a olvidar y cierta tendencia a pensar
después de cierto tiempo que estamos bien. No estoy diciendo que las
corporaciones se olviden completamente. El reto real es que
necesitamos tener las cosas que proporcionan estabilidad a la empresa
en su sitio.
Cómo
influyen los incentivos en la planificación ante riesgos de catástrofe
Knowledge@Wharton: Me imagino que también se trata de un tema de
incentivos. Si echamos un vistazo a la crisis financiera de hace unos
años, una de las cosas que más sorprendió es por qué la gente que
dirigía estas grandes empresas estaba adoptando riesgos que podían
acabar con ellas. Una de las respuestas es que muchas de esas personas
pudieron ganar mucho dinero y de manera muy rápida simplemente
jugando, de tal forma que el futuro no les importaba demasiado. Me da
la impresión de que siempre existe cierta tensión entre los resultados
inmediatos y la planificación a largo plazo, en especial en lo que
respecta a gastar dinero. ¿Cuáles creen que son los principales
obstáculos para poder planificar mejor las catástrofes en
corporaciones y en el gobierno?
Kunreuther: Acaba de dar en el clavo. El reto
consiste en dar incentivos a corto plazo para convencer a las empresas
de que deberían planificar para el largo plazo. Ambos son necesarios.
Si crees que lo único que necesitas es un plan a largo plazo, sin
incentivos, no va a funcionar por los motivos que antes ha señalado.
Tenemos que trabajar en la línea de dar algo a cambio el próximo año,
pero al mismo tiempo reconociendo que es un proceso multianual.
Michel-Kerjan: Volviendo a su pregunta sobre la
crisis financiera. Si su salario o primas los recibiese usted cada
cinco años, dependiendo del comportamiento de su cartera de clientes
en esos años, estoy convencido de que tomaría decisiones completamente
diferentes en lugar de simplemente intentar aprovecharse del sistema,
tal y como ha ocurrido.
Es lo mismo con los terremotos, lo mismo para las inundaciones y los
huracanas. ¿Podría ampliarse el horizonte temporal? Si podemos
llegaremos a una situación en la que mucha gente gana.
Kunreuther: Déjeme plantearle un pequeño
experimento para que la gente pueda reflexionar. Si le has dicho a
determinado individuo que existe una probabilidad de uno sobre cien de
que ocurra un terremoto o una inundación el próximo año y que pueden
asegurarse, yo creo que, basándome en experimentos previos, no mucha
gente contrataría un seguro.
Lo que piensan es “uno sobre 100 está por debajo de mi nivel de
preocupación. No me voy a preocupar”. Pero si le dices a una persona
de que existe un riesgo superior a uno sobre cinco de padecer al menos
un terremoto o inundación en los próximos 25 años, muchos pensarían de
manera diferente. Pero esas dos probabilidades son exactamente
idénticas. Todo lo que hemos hecho, tal y como Erwann sugería, es
ampliar el horizonte temporal. Simplemente estamos ampliando el
horizonte temporal y dando la misma cifra pero adoptando una dimensión
diferente. Uno sobre cinco es una probabilidad lo suficientemente
elevada para que la gente piense algo más sobre el tema. Uno sobre
cien es demasiado pequeña.
El
impacto en el negocio de los riesgos catastróficos
Knowledge@Wharton: Cuando pensamos en términos de desastres, nuestras
mentes inmediatamente piensan en aquellos afectados directamente, en
la gente de empresas de esas zonas. Aquí estamos, en Pensilvania; nos
separan miles de kilómetros de Japón, pero aún así el terremoto podría
afectarnos de muchas maneras. Existen efectos inmediatos sobre el
comercio que podrían afectarnos. He oído algunas especulaciones sobre
los consumidores japoneses, que podrían retraer su consumo como
reacción general ante el estrés y adquirir menos productos. Mucha
gente y empresas que no están directamente en la zona del siniestro se
verán afectadas de alguna forma. ¿Cómo puede un hombre o mujer de
negocios evaluar los efectos primarios y secundarios desde la otra
parte del mundo?
Kunreuther: Yo me hago la misma pregunta en
términos de cuáles van a ser las consecuencias para mí, para mi
corporación. Esa es la principal pregunta. Luego, ¿Qué implicaciones
tiene un terremoto en Japón? ¿Dónde están nuestras fuentes de
suministro? ¿Va nuestro negocio a verse afectado?
Existen diversas preguntas en nuestro mundo interdependiente e
interconectado que cualquier negocio se preguntaría. Eso es lo que
está ocurriendo en la actualidad. En todos los países del mundo la
gente se está preguntando cosas similares. El segundo tema que me
gustaría subrayar, y resulta obvio, es nuestra compasión; sentimos que
estamos en esto juntos, que tenemos que ayudar por motivos no sólo
económicos sino sociales. Sabemos que todo el mundo está en estos
momentos preocupado por Japón.
Knowledge@Wharton: Si observamos las interacciones y cómo está el
mundo interconectado hoy en día, supongo que planificar una catástrofe
no es algo que tienes ahí almacenado en tu mente y que algún día
harás. Es algo que tienes que revisar constantemente a medida que
cambian las condiciones.
Michel-Kerjan: Es un punto interesante. Pero se
trata de mucho más porque ahora estamos viviendo en un planeta cada
vez más pequeño. Para mí la preparación implica que necesito
prepararme internamente y asegurarme de que mis empleados están
preparados, pero también externamente con mis suministradores y
sistemas legislativos ajenos a mí país; así pues, estamos hablando de
acompasar todo el planeta tierra. Es un cambio radical. Es la otra
cara de la globalización. Los riesgos también se vuelven más globales.
Debemos estar preparados a nivel global.
Tomado
del sitio de Universia.net de la
Universidad de Wharton, que le recomendamos visitar. Gracias!
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https://www.forodeseguridad.com/artic/reflexion.htm