Seguridad de casinos: Cuidado con la
complacencia
Y con la sobrecarga de trabajo del
personal de seguridad
Por Samuel Dlin
Una de las más molestas e insidiosas situaciones que se presentan en las
áreas de vigilancia y seguridad es la pérdida de una cantidad de tiempo
del personal buscando situaciones con desgaste de potencial humano o
desatención de obligaciones, cuando puede haber incidentes mucho más
serios respecto de hechos que están siendo considerados como resultado
abandonado.
¿Cuándo sucede esto? Cuando dichos sectores están faltos de personal.
A menudo los gerentes de otros departamentos intentan o pueden
prevalecer sobre los de Seguridad y Vigilancia tratando de invertir la
capacidad del personal o limitándole recursos del material de
observación, situaciones que son cabalmente del dominio de estos
departamentos.
Entonces, ¿cómo obtenemos y priorizamos los resultados de estos
sectores?
Supervisando las llamadas telefónicas del gerente de Marketing,
controlando la acción directamente desde Vigilancia.
Controlando los relojes de control de acceso del personal, incluyendo
los horarios de supervisores y gerentes.
Supervisando los horarios de descanso del personal, cualquiera sea su
área de trabajo específico.
Controlando al personal de actividades menos comprometidas, por si
estuvieran incursos en algún tipo de robo o connivencia, o simplemente
para saber si están trabajando realmente.
Sin embargo, haciendo responsable a Vigilancia de la dirección de su
propio departamento éste no trabaja en condiciones, sobre todo cuando
los recursos realmente no están disponibles en el área, ya que registrar
los incidentes es insuficiente para demostrarlos.
No hay nada que impida a un gerente departamental hacer inspecciones
sorpresivas en su propia área en momentos imprevistos, o supervisar
estrictamente las actividades de su propio personal, o llevar en su
dirección la jornada completa de su propia área.
Vigilancia es responsable de proteger los recursos y obligaciones de
toda la organización, específicamente las áreas del juego y el dinero
que se manipula en esas áreas. En Vigilancia suelen limitarse recursos
de tiempo del operador disponible, y a menudo recursos materiales para
supervisar al personal.
Creo que necesariamente no somos responsables de supervisar las
actividades de cada miembro del personal en modo individual fuera de que
puede estar trampeando, informando mal sus llegadas tarde, retirándose
del trabajo temprano o robando los sujetapapeles, las flores o las
tizas; primordialmente cuando la nómina de personal en Vigilancia es
mínima, o incluso menos que mínima.
Donde la existencia de personal es mínima y demandas de este tipo
ingresan permanentemente, entonces la dirección superior necesita
aprobar más personal en Vigilancia, y/o asegurarse de que otros gerentes
departamentales estén haciendo sus trabajos realmente en lugar de
delegar la responsabilidad de supervisión al personal de Vigilancia.
Tales investigaciones consumen la atención entera de un operador de
Vigilancia. Sin su atención especializada, junto con las cámaras
suficientes, los recursos para registrar tales actividades son
completamente inútiles. Eventualmente, incluso sin la Justicia ni
abogados, el operador tendría que declarar que en el pasado su atención
estaba ocupándose de otras actividades, o que un incidente sucedió
cuando él tenía fuera de vista de la cámara un área desprotegida.
Cuando un solo operador está de servicio no hay nada como un reloj
interno: con el informe requerido ingresando, las evaluaciones del
jugador en proceso, la suerte favorecida supervisada, las actividades
normales como la comprobación de apertura y control de custodia de
dinero, hay demasiadas cosas pretendidas de un solo operador, como para
que también pueda hacer un control mínimo o una auditoría no muy eficaz
de una área alejada.
Una de las situaciones más frustrantes que le sucede a un operador es
que los incidentes que él está mirando se mueven a través de su área, y
entonces las comunicaciones de radio de seguridad que hablan sobre un
egreso de alguien del Pit, un jugador fuerte desconocido y avisado desde
el piso, y un premio importante que tiene que ser supervisado, dejan a
los controles en un riesgoso y alto límite. Ese reloj interno tiene que
ser dejado de lado durante el tiempo abarcado, porque debe documentarse
cada una de estas situaciones.
El punto es que Vigilancia, o el gerente de
Departamento de Seguridad, no deben quedarse satisfechos de sí mismos
sobre lo que está pasando en el casino cuando se carga excesivamente la
capacidad del operador ocupándose de cada petición en el horario de
cierre, cada auditoria, cada demanda para la observación de personal,
porque el resultado de hacer que esa observación sea eficaz no puede
terminar en nada.
Vigilancia es un área del casino en que gerentes y
operadores no deben quedar satisfechos de sí mismos, ni sobre su propia
habilidad para ocuparse del trabajo.
Samuel Dlin, autor de este artículo - originalmente publicado en
http://games-magazine.com.ar
-, es autor del libro
"Manual de Vigilancia en Casinos". Agradecemos a Samuel y a los Colegas
de Games Magazine Cono Sur.
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