Fallas en la seguridad
aérea: Billetes más baratos y menos seguridad
Si no mejoran las actuales condiciones de seguridad aérea, en
el 2020 habrá un accidente de avión cada semana
Por Ana María Ortiz
Si no mejoran las actuales condiciones de seguridad aérea, en el
2020 habrá un accidente de avión cada semana. El dato, puesto sobre
la mesa por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI),
había pasado desapercibido hasta este agosto, cuando las previsiones
de los expertos se han materializado con 15 años de anticipación. Ha
sido uno de los meses más negros en la historia de la aviación
comercial: cinco accidentes aéreos y 330 víctimas mortales. Más de
uno por semana.
Que tres de los aparatos siniestrados pertenecieran a las
denominadas compañías de bajo coste ha hecho que algunos colectivos,
como el de pilotos, las relacionen con el aumento de la
accidentalidad.
¿Se están ofreciendo billetes baratos a costa de recortar la
inversión en seguridad?
Mientras algunos gobiernos europeos (Bélgica, Francia, Suiza y Reino
Unido) sacan ahora a la luz listas negras con compañías aéreas
vetadas por poco fiables la opinión pública se pregunta si el avión
seguirá siendo el medio de transporte más seguro del mundo.
SIN COMBUSTIBLE
A., que prefiere mantener el anonimato, ha trabajado
durante nueve meses como piloto en una de las líneas aéreas de bajo
coste más consolidadas de cuantas operan en España. Como prueba de
la escasa confianza que tenía en la seguridad de su compañía asegura
que, pese a disponer de billetes gratis, cuando viajaba como
pasajero pagaba el vuelo de su bolsillo en una de las líneas aéreas
tradicionales.
Las que siguen son algunas de las irregularidades que asegura vivió
en primera persona y que le empujaron a despedirse.
Política de combustible:
«Para ir de un aeropuerto a otro necesitas una determinada
cantidad de combustible más otra adicional por si hay algún
problema, como que las condiciones climatológicas sean adversas y te
tengas que desviar a otro aeropuerto o que haya mucho tráfico aéreo
y tengas que esperar.
En mi compañía la política de combustible era tan superestricta que
aterrizabas con lo mínimo de lo mínimo. Si cargabas un poco más, te
daban un par de avisos y a la tercera te despedían. Había pilotos
realmente agobiados por esto:
"No pongo más combustible porque si aterrizo con 3.000 kilos me
echan".
La situación es aún más grave si se tiene en cuenta que estas
compañías aterrizan y despegan en aeropuertos de segunda categoría,
pequeños, donde es posible que haya que abortar el aterrizaje. ¿Y
qué pasa si no hay combustible?».
El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) confirma
que muchas compañías han elaborado listas negras con los pilotos que
piden más combustible. El aumento de los precios del petróleo no ha
hecho sino incrementar aún más la presión, hasta
el punto de que si antes se alargaba una ruta con tal de evitar una
tormenta ahora se toma el camino más corto y barato, dice el Sepla.
Fallos en el combustible figuran entre las causas que provocaron los
tres accidentes de compañías de bajo coste: Helios (14 de agosto,
Atenas, 121 muertos), West Caribbean Airways (16 de agosto,
Venezuela, 152 muertos), charter tunecino ATR-42 (6 de agosto, 13
muertos).
Libro de incidencias:
«Existe un libro donde el comandante anota las averías o fallos.
Al llegar a tierra se entrega a mantenimiento y hasta que éste no da
el ok el avión no puede volver a despegar. Pues bien, para evitar
que los vuelos se retrasaran, ese libro estaba siempre limpio. Si
pasaba cualquier cosa lo anotábamos en un cuaderno de colegio y se
lo pasábamos al siguiente comandante para que supiera lo que había
ocurrido. Las averías se arreglan por la noche».
Según el Sepla muchos pilotos son presionados para volar bajo
cualquier circunstancia. «Se da el caso de pilotos que llaman a la
compañía para decir: "No podemos seguir al avión le pasa esto, hemos
superado el límite". Y el directivo le contesta: "Si no despegas
atente a las consecuencias". Y hay despidos», dice Andoni Nieto,
presidente del Sepla.
Pilotos que pagan:
«En muchas ocasiones como segundos pilotos volaban chavales sin
experiencia que habían pagado por volar. ¿Y si le pasa algo al
comandante?»
Cartas de navegación:
«Cada piloto tiene que llevar una, y es importante que estén
actualizadas. Las nuestras no sólo llevaban un año caducadas sino
que volábamos con una fotocopia compartida entre dos. ¿Te imaginas
que al hacer una aproximación le tengas que decir al compañero:
"Pásame el papel, que no recuerdo cómo era esto"?».
Horas:
«Según la ley, un piloto no puede volar más de 90 horas al mes.
Yo hacía 100 y ciento y pico. A veces llegaba a casa a medianoche
tras un vuelo de 12 horas y a las seis de la mañana ya me estaban
llamando para otro».
Las compañías de bajo coste, nacidas en EEUU en 1971, se implantaron
en Europa en 1993.
Este año, sólo en Europa, transportarán 80 millones de pasajeros, un
47% más que el año anterior. En julio llegaron a España 5.917.179
pasajeros vía aérea. El 29,8% (1.762.503) lo hicieron en un vuelo de
bajo coste. En España operan una quincena de estas aerolíneas.
DESPEGUE, NO HAY PROBLEMA
Todas las irregularidades que ha relatado A hubieran salido a la luz
si sus vuelos hubieran sido sometidos a una inspección. Pero nunca
sucedió. Pilotos, auxiliares de vuelo, profesionales de
mantenimiento y consumidores han denunciado esta semana que las
inspecciones aéreas en España son prácticamente inexistentes. Para
las compañías que incumplen las normas de seguridad «esto es un
paraíso», denuncia Andoni Nieto, del Sepla.
En una encuesta realizada por la Universidad Rey Juan Carlos a 2.500
pilotos españoles, el 70% afirmaba que en los 15 últimos años nunca
habían sido sometidos a una inspección. El año pasado, un informe el
Defensor del Pueblo alertaba del problema de la inspección en España
y pedía a Fomento un plan de choque. En nuestro país, sólo hay dos
inspectores de operaciones de vuelo titulados y uno de ellos está de
baja por depresión.
Aunque Fomento afirma que el cuerpo de inspección está formado por
132 personas, en realidad 117 de ellos serían ingenieros encargados
del mantenimiento y el resto, 13, tienen el estatus de
asesores. Según el Sepla, se trata de antiguos pilotos de Iberia en
la reserva (tienen más de 60 años). Además de recibir un salario por
estas inspecciones, hasta los 65 años años siguen cobrando de su
compañía aérea lo que, según el sindicato, pone en duda su
imparcialidad. La media de inspectores del resto de países europeos
oscila entre 50 y 100.
El año pasado, en España se inspeccionaron 213 vuelos, uno de cada
10.000. Y si en toda Europa se realizaron 4.500 controles de
seguridad SAFA (aquellos que se hacen a compañías extranjeras), en
España sólo hubo 43. En Francia fueron 1.640.
VUELOS TERCERMUNDISTAS
El organismo internacional encargado de promover la seguridad aérea,
la OACI, ha realizado en los últimos 10 años auditorias de seguridad
a 182 países y en 111 de ellos detectó fallos. Esta lista negra de
los Estados menos comprometidos con la seguridad es confidencial.
Es la OACI también quien vaticina que en el 2020 podría haber un
accidente aéreo cada semana. Ello supondría un vuelco de la
estadística actual que establece que se produce un siniestro por
cada 1,5 millones de despegues y aterrizajes. El porcentaje se
mantiene estable desde los años 80 después de que en los 60 y 70 el
riesgo de sufrir una catástrofe aérea se dividiera por 30.
Parte de culpa en el aumento de la
siniestralidad, la tiene, a decir del presidente del Sepla, que las
compañías aéreas occidentales estén recurriendo a aviones del tercer
mundo para que realicen algunos de sus vuelos. «Muchas están
subcontratando servicios a países no desarrollados y así se están
trasladando aquí sus estadísticas de accidentalidad», explica Andoni
Nieto.
Según el experto Arnold Barnett, del Instituto de Tecnología de
Massachusetts, la posibilidad de morir en un vuelo comercial es de
una entre 13 millones. En los países no desarrollados el riesgo se
multiplica por 20.
Ana María Ortiz es periodista de El Mudo, www.elmundo.es
, fuente de esta información. Gracias!