Ciberguerra: La guerra
digital
El próximo campo de batalla es el ciberespacio
Hace un tiempo Michael Hayden, jefe de la poderosa National Security
Association (NSA) conmovió a la comunidad internacional, al definir al
ciberespacio como el próximo campo de batalla.
Yendo más a fondo aún, Hayden afirmó: “El espacio electrónico es un
lugar en el que ahora debemos garantizar la seguridad de los Estados
Unidos tanto como en la tierra, el mar y el aire”. Claro que Hayden
olvidó que USA ya había comenzado la guerra digital cuando la NSA, el
servicio de inteligencia más secreto de su país, lideró el proyecto
Echelon.
Recordemos que el proyecto Echelon es una red de vigilancia global de
telecomunicaciones que no solo se habría usado en beneficio político de
sus países integrantes (USA, Canadá, UK, Australia y Nueva Zelanda),
sino que estaría siendo también usado para beneficiar a sus empresas, y
realizando espionaje comercial sobre la competencia. La red Echelon está
formada por 120 satélites espías, que interceptan y descifran unos 180
millones de mensajes electrónicos por hora.
Hayden declara que los Estados Unidos en el campo cibernético están tan
dispuestas “a defenderse como a atacar”, incorporando a la información
como parte del arsenal que los comandantes militares de los Estados
Unidos podrían emplear contra sus “enemigos”.
Los gobiernos europeos se están poniendo en pie de guerra contra Echelon,
acusando a Gran Bretaña y los Estados Unidos de operar un sistema
“ilegal y agresivo”. De modo que lo nuevo no es la idea de la
ciberguerra, sino su reconocimiento oficial.
¿Quien es el enemigo? Por el momento, Hayden define a los
ciberterroristas y hackers como sus futuros enemigos. “Todos ellos
pueden causar un gran daño, incluso si sus intenciones no son
maliciosas”. Y parece que la ciberguerra real ya ha comenzado.
Ciberguerra económica, terror y nuevos negocios
Si trasladamos este escenario al campo económico, a medida que una parte
mayor de las transacciones comerciales mundiales se desplazan hacia el
comercio electrónico (e-commerce), podemos pensar en sabotaje
informático a las redes de venta de los competidores, fraudes masivos
contra los bancos de otros países, y mil otras posibilidades.
Y a medida que más y más sistemas sensibles se
vuelven dependientes de la computación, podemos pensar en países
completos que puedan eventualmente quedar a merced de un solo
ciberterrorista, que actúe en forma independiente.
Nuevos problemas traen nuevos negocios.
Para los profesionales y empresas que venden servicios de Seguridad, se
abre un nuevo negocio (hasta ahora mayormente explotado por empresas de
computación y las grandes organizaciones internacionales de auditoría):
el de proteger a sus clientes no sólo contra el robo o el sabotaje
físico, sino también contra el robo, fraude y sabotaje tecnológico, que
eventualmente podrían causarles un daño mucho mayor que una bomba
colocada en su casa central.
No conocemos la fuente original de este articulo... pero
lo agradecemos!