El
consumo de cocaína en Argentina
Según
Naciones Unidas, la
Argentina tiene
el mayor consumo de cocaína en toda América
Un considerable y preocupante incremento en el uso de drogas ubica a
la Argentina en el primer lugar en el consumo de cocaína en toda
América.
El contundente dato surge del Informe
elaborado por la Oficina Contra la Droga y el Crimen de las
Naciones Unidas (ONUDD), que señala que la Argentina alcanzó un
consumo de cocaína del 2,6 por ciento de la población comprendida
entre los 15 y los 64 años, y por primera vez se pone en el mismo
nivel que en los Estados Unidos.
Detrás de la Argentina se ubica Chile, con el 2,4 por ciento;
Uruguay, con el 1,4; Colombia, con el 0,8; Brasil, con el 0,7;
Venezuela, con el 0,6; Perú, 0,5, mientras que, en Paraguay y Ecuador,
el índice de consumo alcanza el 0,3 por ciento.
El informe destaca también que las drogas ilícitas constituyen un
problema mundial y ya son más de 200 millones las personas que hacen
uso indebido de ellas en todo el mundo. Y que su consumo es la causa
de pérdida de ingresos, del aumento enorme de los costos sanitarios,
de la destrucción de las familias y del deterioro de las comunidades.
A tal punto llega la popularidad de las drogas que un total de 205
Estados admiten que tienen problemas de cultivo, comercialización,
consumo o contrabando de estupefacientes, lavado de dinero y tráfico
de armas.
La relación entre drogas y delito
Además, el relevamiento confirma que existe un vínculo directo entre
las drogas y el aumento del delito y la violencia, a la vez que señala
que, en algunos países, más del 50 por ciento de los robos son
perpetrados por toxicómanos para costearse su vicio.
Los costos sociales también son igualmente alarmantes: violencia
callejera, guerras entre bandas, miedo, deterioro urbano y vidas
destruidas.
Sobre el particular, el titular de la Asociación Antidrogas de la
República Argentina, Claudio Izaguirre, expresó que el informe de las
Naciones Unidas "pone de relieve determinadas políticas permisivas en
torno al consumo de drogas, específicamente la cocaína", añadiendo que
"se viene fracasando en el combate al narcotráfico y una de sus
consecuencias, la inseguridad, es el escalón inevitable por el que
debemos transitar por la permisividad jurídica en la comercialización
de estupefacientes".
El notable incremento de las adicciones que se registra en la
actualidad es facilitado, sin duda, por la enorme y variada
sobreoferta de drogas, pero no depende exclusivamente de ella.
Intervienen también problemáticas familiares, sociales y de
personalidad, que se entrecruzan formando los cimientos de la
propensión individual a desarrollar una adicción. La droga no es el
problema de fondo sino un escape al problema de fondo.
Frente al peligro de las
drogas y de las adicciones en general, la familia tiene un rol
preponderante e indelegable que cumplir. Prevenir en familia no es
sólo anticiparse a los problemas, también es educar. No menos
importante es la tarea a cargo de los establecimientos educativos en
la prevención y la creación de conciencia entre los alumnos.
El panorama sería menos desalentador si existiera una conciencia
colectiva de cuán complejo es este fenómeno; si realmente se
implementase una política de Estado para prevenir y combatir las
adicciones y el narcotráfico, y si el papel del ciudadano común frente
a la drogadicción fuera menos permisivo. En definitiva, si hubiera
plena conciencia del mal que tenemos enfrente y de lo lejos que
estamos de vencerlo si en la Argentina no se comienzan a contemplar
estos factores.
Tomado de
www.lanacion.com.ar. Gracias!